Semilla para esta semana

  • ¿Cuál es el peligro de las ideologías de la Nueva Era para los católicos?

    Durante las últimas décadas han surgido muchas corrientes de pensamiento que promueven la elevación del ser humano mediante diferentes disciplinas cuya intención es generar una auto suficiencia espiritual, aprovechando el legítimo anhelo espiritual de la naturaleza humana. A este grupo de diversas disciplinas se les conoce comúnmente como ideologías de la “Nueva Era”.

    Un discernimiento cristiano adecuado del pensamiento y de la práctica de la Nueva Era no puede dejar de reconocer que, representa una especie de compendio de posturas que la Iglesia ha identificado como heterodoxas. San Juan Pablo II alertó respecto al «renacimiento de las antiguas ideas gnósticas en la forma de la llamada Nueva Era. No debemos engañarnos pensando que ese movimiento pueda llevar a una renovación de la religión. Es solamente un nuevo modo de practicar la gnosis1, es decir, esa postura del espíritu que, en nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su Palabra sustituyéndola por palabras que son solamente humanas…»2 (Jesucristo Portador del Agua de Vida, §1.4)

    Muchos piensan que la religión cristiana ya no les ofrece algo que realmente necesitan. La búsqueda que con frecuencia conduce a una persona a la Nueva Era es un anhelo auténtico: de una espiritualidad más profunda, de algo que les toque el corazón, de un modo de hallar sentido a un mundo confuso y a menudo alienante.

    Los problemas que plantea la Nueva Era nacen más bien de lo que propone como respuestas alternativas a las cuestiones vitales. Si no queremos que la Iglesia sea acusada de permanecer sorda a los anhelos de los hombres, sus miembros deben hacer dos cosas: afianzarse con mayor firmeza aún en los fundamentos de su fe y escuchar el clamor, con frecuencia silencioso, del corazón de los hombres, que los lleva a alejarse de la Iglesia cuando no encuentran en ella respuestas satisfactorias. En todo ello hay también una llamada a acercarse a Jesucristo y a estar dispuestos a seguirle, ya que Él es el verdadero camino hacia la felicidad, la verdad sobre Dios y la plenitud de vida para cuantos estén dispuestos a responder a su amor. (Jesucristo Portador del Agua de Vida, §1.5)

    Podemos identificar claramente a estas ideologías por su forma de promover un estado de conciencia superior o intentar mejorar nuestra salud a través de sus métodos, ya sea a través de “terapias energéticas”, “el equilibrio de energía”, “la bioenergética” o “despertar la inteligencia de nuestros órganos”.

    Recordemos que nuestro Señor Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, nadie puede entrar al Reino de los Cielos si no es a través de Él (Juan 14:6). Elevemos nuestro espíritu mediante la oración ferviente y seamos uno con nuestro Señor a través de la comunión cada vez que venimos a misa.


    1 Gnosis: en sentido amplio, una forma de conocimiento no intelectual, sino visionaria o mística, que se cree revelada y capaz de unir al ser humano con el misterio divino

    2 Juan Pablo II, Cruzando el umbral de la esperanza, Barcelona (Plaza & Janés) 1994, pp. 103-104.